Para todo contacto profesional con Dominique Sanda, tenga a bien dirigirse a Michele Lo Foco
Aquí está.
Con su mirada tan clara que surge de lo más profundo. Una presencia assoluta.
Dominique Sanda, tan apta para la existencia, dotada de una pasión paciente y violenta que la torna transparente a la vida. A todas las vidas de aquellas mujeres que encarnó, acogió y transmitió, restituyendo sus estados de ánimo. Atenta a sus modulaciones, les brindó el misterio de su risa, los ritmos de sus silencios, su ciencia de la vida, su gracioso fervor, su cautivante belleza por cierto y la de su voz, pero asimismo su sentido del encantamiento y del rigor. Su percepción de lo que no aparese, de lo que no está "en escena", de lo que no es pronunciado, pero cuya fugacidad capta, atrapa y traduce.
¿Tu gran secreto, Dominique? Es estar siempre en pos de lo secreto.
Tu gran acierto, es ser... Dominique Sanda.
Viviane Forrester